¡Arde la hoguera!

 

A la mañana siguiente los eventos no cesaron y es que había dos tipos de programaciones diferentes, por un lado las de la semana cultural y por otro las propias de la hoguera de San Juan. Entre las organizadas en las calles del barrio pudimos encontrar la Matiné Punk en el solar de la calle San Agustín y la charla “Anarquistas contra el Muro en Israel” en el Centro Social Anarquista La Revuelta. En el Parque Bruil se pudo disfrutar de juegos de agua y de una gymkana para los más pequeños, además de un musical vermú y de dos conciertos diferentes, el de los grupos Positron y The Vicm antes del encendido de la hoguera y el de Irregular Roots, minutos después.

 

Sin duda, el acto central del día -y de la noche - fue el encendido de la hoguera. Para ello, los organizadores de la velada colocaron una pila de leña de tamaño considerable, a la cual muchos de los presentes se fueron acercando poco a poco para arrojar sus deseos y tal vez, para tratar de borrar todo lo malo que les había ocurrido durante el año. Es por eso que se había construido un pequeño edificio de cartón con forma de colegio en el que se encontraban escritas las palabras crisis y paro, tan presentes en las mentes de las aragonesas y los aragoneses en el último año. 

 

Poco después de las 23.00h comenzaron los fuegos artificiales y eso solo significaba una cosa: era el momento de encencer la hoguera. Todo el mundo quería estar en primera fila, la gente se agolpaba alrededor de la pila de madera sin parecer darse cuenta de que estaban demasiado cerca. Fue por eso por lo que los Diables tuvieron que aparecer en escena. Un grupo de jóvenes ataviados con ropas blancas y con las caras pintadas de rojo y negro comenzaron a tirar petardos para que los asistentes se fueran separando y no se produjera ningún daño. En un gran espectáculo pirotécnico, los Diables fueron encendiendo la hoguera mientras iban asustando con bengalas - siempre a una distancia prudencial del público - haciendo las delicias especialmente de los más pequeños, que al acabar se acercaban gritando a sus madres: “¡qué chulo, qué chulo!”. Según cuenta la tradición, les Diables proceden de los balls de diables o bailes de diablos, documentados en el siglo XII en Cataluña. Con los años fueron extendiéndose por la península y arraigándose a las festividades pirotécnicas. 

 

Al lado de la hoguera también había una barra para las bebidas y el escenario. Este año han seguido la dinámica del vaso solidario. Comprabas un vaso con el dibujo del cartel de las fiestas y lo usabas durante toda la noche pudiéndolo devolver al final de la velada, aunque la mayoría de la gente optaba por llevarselo de recuerdo. Además se habían colocado bolsas de basura en casi todos los árboles del entorno. De este modo se conseguía que el parque hoy no despertara tan sucio como otros años. Para pedir las bebidas había dos apartados, uno en el que pedías lo que querías y te daban un ticket y otro en el que te servían la bebida. Una gran idea para agilizar las aglomeraciones de gente.

 

Para finalizar, la música reggae de Irregular Roots puso fin a una noche llena de luces, música y buen rollo. La velada que marca el comienzo del verano, algo más fresca de lo habitual; y en esta ocasión, el cercano final de las fiestas del barrio, pondrá el broche final esta medianoche con la tradicional traca y los fuegos artificiales. Los vecinos disfrutarán de este espectáculo y de un  cine de Verano en la Plaza San Agustín a la espera de que dentro de un año la Madalena vuelva a arder.